El Coliseo celebra la apertura al cristianismo

El Coliseo celebra la apertura al cristianismo

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El Coliseo acoge, del 11 de abril al 15 de septiembre, la exposición "Constantino 313 d.C.", que celebra el aniversario del Edicto de Tolerancia del año 313 d.C.

La exposición viene de cosechar un gran éxito en Milán, donde fue acogida en el Palazzo Reale, del 25 de octubre al 24 de marzo. Ahora llega a Roma, al Coliseo, enriquecida con una nueva sección enteramente dedicada a la capital y desarrollada por la Superintendente de Bienes Culturales de Roma, Mariarosa Barbera, protagonista de grandes descubrimientos relacionados con Constantino, incluidos los nuevos ambientes en el sector público del Palacio Sessoriano, en la zona de la Santa Cruz de Jerusalén y en la domus de los altos funcionarios de la corte de la emperatriz Helena.

El Edicto de Tolerancia, que la exposición pretende celebrar, fue el llamado "Edicto de Milán", promulgado por el emperador romano de Occidente Constantino y por el emperador romano de Oriente Licinio. Con este edicto, tras siglos de feroz persecución, se legitimó el cristianismo. Además, el edicto disponía también la devolución de todos los bienes confiscados a los cristianos y la indemnización por los daños sufridos.

Se inauguraba así un nuevo periodo de profunda innovación política y tolerancia cultural y religiosa. El edicto garantizaba de hecho, por primera vez, la posibilidad de elegir la religión cristiana y eliminaba el paganismo como religión de Estado.

La exposición incluye más de 170 mil objetos arqueológicos y artísticos procedentes de toda Europa, divididos en varias secciones que examinan temas históricos, artísticos y religiosos de la época constantiniana. Se trata de preciosos objetos artísticos y de lujo pertenecientes a la corte, pero también de armas y símbolos militares del triunfo del emperador.

Una importante sección está dedicada a la madre de Constantino, Helena, emperatriz y santa. De esta interesante figura femenina se destaca su singularidad dentro de la corte imperial y de la Iglesia.

Las obras expuestas proceden de numerosos museos e instituciones públicas, tanto italianas como extranjeras. De los Museos Capitolinos procede la famosa estatua sedente de Helena, mientras que el Kunsthistorisches Museum de Viena trae, entre otras cosas, un anillo con el Krismon. De Londres, y en concreto del Victoria & Albert Museum, llega una rara pieza de tela bordada con el Krismon que data del siglo V, mientras que del British Museum procede un colgante en moneda de oro de Constantino. La Bibliothèque Nationale de París ha prestado un precioso camafeo del siglo IV, que tal vez pueda atribuirse al triunfo de Constantino. No hay que olvidar las pinturas renacentistas inspiradas en la leyenda de Helena y el descubrimiento de la Cruz, entre las que destaca la Santa Helena de Cima da Conegliano procedente de la National Gallery de Washington.