Cómo trabaja un genio: el espíritu creativo de Miguel Ángel

Cómo trabaja un genio: el espíritu creativo de Miguel Ángel

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Miguel Ángel Buonarroti, en su larga carrera, produjo algunas de las obras de arte más extraordinarias del Renacimiento. Muchas de estas obras han quedado inacabadas o inacabadas por razones de asuntos históricos o privados del autor, en relaciones con mecenas y compromisos superpuestos.

Las estatuas inacabadas de la Galería de la Academia, en Florencia, revelan valiosa información sobre cómo Miguel Ángel consideraba la escultura y los posibles significados metafóricos que transmitían sus obras. Miguel Ángel estaba convencido de que el escultor era un instrumento de Dios, su trabajo consistía en liberar figuras ya contenidas en la piedra, liberando al sujeto de la materia que lo aprisionaba.

Por las crónicas biográficas de Vasari y Condivi sabemos que cuando el espíritu creativo se apoderaba de él, Miguel Ángel era capaz de trabajar sin interrupción durante varios días consecutivos. Ni siquiera podía dormir durante días, ni llevar la misma ropa y los mismos zapatos, sin cambiarlos nunca.

En la práctica, su método de trabajo consistía en preparar primero un modelo en cera u otro material y luego sumergirlo en un cubo lleno de agua. Cuando el modelo volvía a salir del agua, las partes más sobresalientes eran aquellas por las que tenía que empezar, las primeras que había que desbastar, para luego proceder progresivamente hacia el resto de la figura.


Las Cárceles expuestas en la Galería de la Academia son un ejemplo de la práctica del "inacabado" utilizada por Miguel Ángel. De hecho, las cuatro esculturas se dejan deliberadamente en un estado incompleto para comunicar la imperfección humana. En estas esculturas, con superficies labradas de las que emergen las marcas dejadas por el cincel, cuyo mármol parece corroído por el ímpetu del artista, es posible comprender el complicado y largo proceso necesario para obtener una escultura tan imponente.Lo que se transmite es una sensación de tensión y movimiento. Es como si la figura intentara escapar del mármol, como si el espíritu del personaje tratara de liberarse anhelando a Dios.

Las herramientas utilizadas por Miguel Ángel para sus creaciones son las típicas de la mayoría de las esculturas: cinceles con punta templada, cinceles planos, barrena, escofinas, limas o piedra pómez para el acabado y pulido. Pero lo que distingue su arte del de otros escultores es sin duda la pasión que le mueve. Sólo así, en efecto, un artista se convierte en un genio apreciado durante siglos.