Del Bargello a la horca

Del Bargello a la horca

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Hoy en día, el Museo del Bargello de Florencia atesora preciosas e importantes estatuas renacentistas, pero originalmente fue una prisión y sede de la autoridad policial. Aquí se encarcelaba a los convictos, a veces torturados, y desde aquí comenzaba su viaje final.

En la Florencia del siglo XV, el convicto ya capturado era llevado a las mazmorras del palacio e interrogado mediante tortura. Entre las torturas más utilizadas estaba el llamado "rasgo de la cuerda" El condenado era atado por las muñecas a la espalda con una cuerda muy larga y luego por medio de una carretilla sujeta al techo era tirado hacia arriba de forma que el cuerpo pesaba todo sobre las articulaciones de los hombros.Para aumentar el dolor estos movimientos se realizaban a rachas, provocando inevitablemente la dislocación de los brazos. La persona sometida a esta tortura, si sobrevivía a ella, quedaba inválida de por vida.

Los condenados a muerte, antes de viajar al lugar de ejecución, pasaban la noche en la capilla de Santa María Magdalena, donde podían prepararse espiritualmente y confesar sus pecados. Luego, por la mañana, era subido a una especie de vagón con el Verdugo, sus ayudantes y los miembros de la Sociedad Negra (Compagnia dei Neri) que, vestidos con un lienzo negro con capucha, acompañaban a los condenados consolándolos espiritualmente.

Así pues, desde el Bargello el condenado partía para su último viaje hacia el "Prato della Giustizia" (Campo de la Justicia), nombre bastante elocuente, pasando por una calle de nombre igualmente evocador "Via de 'Malcontenti', (descontentos) que aún hoy existe y discurre junto a la iglesia de Santa Croce conduciendo a la Torre de la Zecca Vecchia. En el camino había, y sigue habiendo, una serie de santuarios, especialmente construidos para que los condenados que pasaban por allí pudieran prepararse adecuadamente para la ejecución.

El camino que recorrían los condenados a muerte para llegar al lugar de la ejecución permaneció igual durante varios siglos. Luego, en 1531 cambió porque el lugar de la ejecución se trasladó al prado situado frente a la Porta Santa Croce, actualmente en la Piazza Beccaria.El camino de los condenados comenzó entonces a seguir una ruta diferente.

En el siglo XIX la prisión fue trasladada a Murate, y el complejo del Bargello fue restaurado. En 1865 se inauguró como Museo Nacional, transformando así el edificio de lugar de sufrimiento en lugar de colección de obras de arte de valor incalculable.