El Tondo Pitti de Miguel Ángel

El Tondo Pitti de Miguel Ángel

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El Tondo Pitti es un bajorrelieve de mármol realizado por Miguel Ángel entre 1503 y 1504 y que se encuentra en el Museo Nacional del Bargello de Florencia. Es una de las obras más importantes realizadas por el artista, una de las más famosas, ya que data de los mismos años en los que Miguel Ángel esculpía el David. Mientras trabajaba en su estatua más famosa, el artista se dedicaba, entretanto, a un encargo privado más rentable. Se trataba de una obra realizada para Bartolomeo Pitti, cuyo hijo Miniato, monje en Monteoliveto, la regaló a Luigi Guicciardini (1487-1551). La obra fue comprada posteriormente por las Galerías florentinas en 1823 a la tienda de antigüedades de Fedele Acciai y colocada primero en los Uffizi y luego en el Museo del Bargello en 1873.

El tondo representa a María con un libro abierto en su regazo, mirando a lo lejos como meditando sobre el sombrío y triste destino de su hijo recién leído en las profecías de las Sagradas Escrituras. El niño se apoya suavemente en ella y, al fondo, aparece San Juan. En el centro de la composición aparece María, sentada sobre un bloque cúbico. En su frente, un querubín simboliza la conciencia de la verdad que se acaba de leer sobre las profecías. Ella tiene un papel de gran importancia y gran parte del espacio dentro de la obra. La Virgen parece casi replegada sobre sí misma para entrar en el tondo, pero al mismo tiempo da la impresión de querer salir, liberada por la fuerza de este espacio estrecho.

Una de las características más importantes del Tondo Pitti de Miguel Ángel es la conexión entre las tres figuras, todas vinculadas entre sí aunque en tres niveles diferentes, que recuerda mucho al estilo de Leonardo Da Vinci en el que probablemente Miguel Ángel se inspiró tras ver el cartón de Sant'Anna, expuesto en aquellos años en la Annunziata. Otra característica importante de la obra de Miguel Ángel es el "inacabado", aquí visible en los contornos crudos de la obra. Una técnica que revoca simbólicamente la imperfección del hombre que nunca será perfecto en todas sus partes.